Imagen: acreralo.com |
¿Está mal leer un best seller? ¿Las novelas juveniles son
literatura light? ¿Qué pensamos
acerca de las novelas de John Green o de Blue Jeans? No esperemos respuestas
favorables de un profesor universitario de Literatura o de un escritor formado
con obras de James Joyce. Los únicos quienes pueden defender esa producción son
sus propios fanáticos y especialmente los booktubers.
Los booktubers son los animadores literarios más cercanos a los
intereses del público adolescente. Según el portal de la editorial SM, los booktubers lo conforman jóvenes entre 15
y 25 años de edad. Se valen de las redes sociales para opinar o reseñar sobre
lo que leen; Youtube es su principal
canal. Quizás porque estoy fuera del rango de edad (apenas, eh) y porque mis
gustos literarios son otros, no he sentido mucho interés por la mayoría de
videos. Con esto no quiero decir que sean malos, son más bien divertidos, solo
que las temáticas de las novelas que presentan no van con mi entorno. Sin embargo,
tuve simpatía por dos booktubers que
me llamaron la atención:
El primero es El
coleccionista de mundos, de Sebas G. Mouret, un joven español que desde
hace cuatro años viene comentando con inteligencia y mucha gracia los libros
que lee, aunque peca de hacer muchos preámbulos. Ahora, además de reseñar, Sebas
es un ejemplo en la comunidad, pues añade otras secuencias que todo booktuber debe realizar: el booktag (temática relacionada al acto de
leer), el book haul (mostrar los
libros que ha adquirido), el book shelf
tour (mostrar la biblioteca), entre otros.
El otro es Rainbook, de Alejandra Segura, una chica mexicana (la mayoría de booktubers son chicas mexicanas) que
sale un poco de la honda adolescente y enseña libros que podrían atraer a lectores
que empiezan a ponerse exigentes, por ejemplo
las novelas Como agua para chocolate de
Laura Esquivel o La casa de los espíritus de Isabel Allende. Si tuviera que elegir
uno entre todos los booktubers, me
quedo con Rainbook.
En el Perú tenemos a la comunidad
Booktube Perú. Resalta Cuando leo me enamoro y My life with books.
No podemos ser tan cerrados con
nuestras lecturas, ¿no? Alguien se va a enojar por hablar de los booktubers; pero, si algo están haciendo bien es incentivar el
vicio de leer, actividad que a veces no podemos los profesores de Literatura
cuando dejamos como tarea obligatoria a Cervantes. Los alumnos me cuentan que
pueden terminarse una novela juvenil entera en un solo día. Incluso han estado
tan atrapados que llevan sus libros a clase. En cambio a Cervantes hay que
leerlo cuando el gusto por los libros es más curioso. Borges decía que debemos
leer por placer y no por obligación, que algún día seremos dignos de
Shakespeare y Shakespeare digno de nosotros. Lo dicen también los expertos en Educación.
Simplemente es cuestión de gustos. Las novelas de Jaime Bayly fueron vapuleadas
por Vargas Llosa, pero tuvieron buen comentario del mismísimo Roberto Bolaño.
En cuanto a lectura juvenil, no puede estar mal que los chicos lean lo que les
llame más la atención.
Aunque nunca falta por allí algún
muchacho que te sorprenda, como me pasó a mí, que después de hablar de los booktubers en el aula, al final de la
clase un alumno me comentó que no menospreciaba las lecturas de sus compañeros,
pero que gozaba más leyendo a los clásicos como Dostoievsky y Tolstoi. Lo bueno
de un clásico es que nunca pasará de moda.