Documental en Netflix: “El dilema de las redes sociales”
Por
si aún no lo has visto, El
dilema de las redes sociales [The Social Dilemma] sigue dando qué hablar este año, tanto que
Facebook publicó un comunicado para defenderse aduciendo que se trataría de un
documental sensacionalista, pero es mejor verlo y sacar nuestras propias
conclusiones.
Nos están manipulando. Eso es lo que quiere dejar en
claro este drama ficticio combinado con testimonios reales para explicar cómo
los algoritmos de plataformas digitales de uso masivo como Facebook, Google,
YouTube, Twitter, Instagram, entre otros, manipulan nuestra atención causando
serias consecuencias psicológicas y sociales.
Los entrevistados son precisamente exempleados de las
compañías en cuestión. Guillaume Chaslot, por ejemplo, fue uno de los creadores
del algoritmo que nos efectúa sugerencias en YouTube, algoritmo que hoy en día
él mismo considera causante de efectos nocivos al ofrecernos una mirada parcial
de la realidad y solo de aquello que queremos ver y creer. Es como le pasa al
entrañable protagonista del clásico The
Truman Show, quien vivía en un mundo artificial creado para él, sin que lo
supiera.
Una porción de esta problemática, que atañe a otras
redes sociales además de YouTube, explica también los efectos graves para
países que enarbolan la democracia. Estados Unidos, Francia, Alemania, España,
han visto golpeados sus sistemas políticos por causa de las noticias falsas y
la posverdad. Encontrar soluciones democráticas a diversos asuntos se torna
difícil cuando la opinión pública está extraviada en teorías de la conspiración
y extremismos, algo que se ha notado mucho más con la propagación de noticias
falsas acerca del coronavirus.
Otro tema importante tiene que ver con nuestro
narcisismo y el deseo de ser valorado a toda costa, algo que nos hace pensar
sobre todo en los adolescentes, los más vulnerables debido a su personalidad y
autoestima frágil. Plataformas como Instagram son las que más utilizan las
nuevas generaciones para obtener aprobación social basada en caretas; no
obstante, cuando la atención que quieren recibir no resulta, las consecuencias
pueden ser fatales, incluso más allá de la adicción tecnológica. Muchos padres
de familia se preguntan cómo ayudar a sus hijos, cuando poner mano dura puede
ser contraproducente.
El
otro lado
La parte cuestionable del documental es que en ningún
momento se les da la palabra a las mismas empresas. Aunque los entrevistados
son exempleados, su posición es crítica, por lo tanto, periodísticamente está
incompleto por más que las observaciones al modelo de negocio de estas
compañías sean bastante razonables.
La respuesta más mediática ha venido de parte de
Facebook, quien mediante el documento What ‘The
Social Dilemma’ Gets Wrong [En qué se equivoca ‘El dilema
social’], ha respondido enérgicamente en siete puntos: la adicción, la personas
como producto, los algoritmos, la protección de datos, la polarización
ideológica, las elecciones y la ‘misinformation’[1].
Facebook comienza su comunicado así: “Deberíamos tener
conversaciones sobre el impacto de las redes sociales en nuestras vidas. Pero
‘El dilema social’ esconde la sustancia en el sensacionalismo”.
Realmente, nada de lo que se muestra en el documental
es algo nuevo. Ya lo sabíamos. Pasaba lo mismo cuando la televisión era la
reina del hogar. El televisor nos decía lo que debíamos pensar y comprar. Al
fin de cuentas, televisión y redes sociales tienen algo en común: la pantalla.
¿Podemos escapar? Difícil porque la dependencia se acrecienta. De estas cosas
ya hablaba el investigador asociado del Instituto de Internet de la Universidad
de Oxford, Cristóbal Cobo, en su libro Acepto las
condiciones: uso y abusos de las tecnologías digitales. Un libro
recomendable de acceso abierto por si quieres ahondar.
Eso es todo. Gracias por la atención.
[1] Para saber que es la ‘misinformation’,
puede leer el artículo de investigación Disinformation y Misinformation, Posverdad y Fake News:
precisiones conceptuales, diferencias, similitudes y yuxtaposiciones de Estrada Cuzcano, Alfaro Mendives y
Saavedra Vásquez.