Y pensar en lo difícil que era consultar una tesis hace más de una década. En general, buscar fuentes bibliográficas o documentales requería un esfuerzo que implicaba trasladarse de un lugar a otro, visitar una biblioteca, explorar los archivos, acudir a librerías. Da la impresión, quizás romántica, de que antes aquello era una aventura, como si el hecho de investigar tuviese más rigor...