Una voz contra las distopías sobre el futuro del libro
Por Cesar Antonio Chumbiauca - febrero 26, 2014
Darío Villanueva es Secretario de la Real Academia Española |
Son tres las tesis que afrontan
el desarrollo de la tecnología y el futuro de las bibliotecas:
1) Las
tecnologías como Internet y los dispositivos móviles de lectura provocarán la
extinción de los libros impresos. 2) Las bibliotecas se impondrán a la volatilidad
y seguridad de la información en la nube y al desfase continuo de los aparatos
electrónicos. 3) Las nuevas tecnologías y las bibliotecas avanzan a la par,
complementándose, reforzándose, combinando la inteligencia artificial y la
humana. Ninguna excluye a la otra.
Sobre este tema, tuve la fortuna de encontrar un artículo del V Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas realizado en Gijón, España, en el 2010, escrito por Darío Villanueva y titulado La biblioteca de los «nativos digitales». El texto contrasta alguno de los últimos avances tecnológicos con el mundo de los libros impresos citando fuentes de investigadores de rigor (Sven Birkerts, Umberto Eco, etcétera) y quitándole fuerza a las apocalípticas ideas de que el hombre moderno será tragado por sus avances informáticos, convirtiéndose en un ser netamente visual y que por lo tanto está en camino de retorno a su pasado tribal, cuando aún no se había inventado la imprenta, ni siquiera la escritura.
Darío Villanueva es un letrado: en
el texto menciona autores como Nietzche y Platón, y ocupa actualmente el cargo
de Secretario de la RAE. A pesar de eso no mira a las tecnologías como una
amenaza, sino como una etapa ineludible de la historia de la humanidad. No piensa como O’Donnell, a quien cita y de
quien señala: «O’Donnell duda sobre el futuro de los libros […] Teme también
que los nuevos tiempos acaben marginando a libreros, escritores, lectores,
bibliotecarios, humanistas y académicos» (p. 3). Villanueva hace lo contrario,
ironiza a los “agoreros” que anunciaron en una Feria de Francfort el año de la
muerte del libro: 2018. Nuestro autor advierte:
Y sin embargo, a más de un cuarto de siglo de aquella profecía
apocalíptica se puede decir del libro impreso que goza de muy buena salud.
Nunca en toda la Historia se han escrito, editado, distribuido, vendido,
plagiado, explicado, criticado y leído tantos, sin que por el momento se
perciba ningún síntoma de desaceleración en las estadísticas. […]
[…] Quien se quiera nuevamente meter a profeta, allá él. Siempre le
quedará el expediente de explicarnos profusamente en 2019 por qué su vaticinio
no se cumplió. (p. 4-5)
Villanueva dice todas estas cosas
con fundamento, dado que durante un tiempo había ejercido la dirección del
Consejo Científico de la Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes y unos años antes había conformado la cabeza
del REBIUN, Red de Bibliotecas
Universitarias españolas. Con la biblioteca virtual se propuso promover las
humanidades y ha demostrado que sí funciona, que la cantidad de descargas de
aquella famosa web es altamente considerable, que los profesionales de la
información ejercen aquí no solo como simples digitalizadores, sino como
virgilios en medio del “infocaos” que es Internet, poniendo en claro «que la
lectura es la llave del conocimiento en la sociedad de la información».
El artículo es crítico, sabe
nadar en medio de la de las olas de opinión generalizadas. Como dije en un
principio, tuve la fortuna de encontrarlo googleando y me atrapó de inmediato,
pero dado lo difícil que es tratar de no distraerse en la computadora saltando
de una página a otra sin detenerse a leer nada de manera íntegra, lo imprimí.
Eso fue combinar la forma tradicional de lectura (el impreso) con las nuevas
tecnologías.
César Chumbiauca
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