Palmista o basadrista: el perfil del nuevo director de la BNP
Por Cesar Antonio Chumbiauca - abril 20, 2017
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Son dos los directores de la
Biblioteca Nacional del Perú que logran ser reconocidos por la mayoría de
personas: Ricardo Palma y Jorge Basadre. Seguramente se deba a que ambos
asumieron el cargo después de que dicha institución fuera gravemente destruida;
primero por la guerra y segundo por un terrible incendio. Tomando como punto de
referencia a estos personajes, diremos que hay dos tipos de directores: los palmistas y los basadristas. Palma fue un literato que se preocupó, principalmente,
por la recuperación de libros; Basadre, en cambio, fue un promotor de
bibliotecas, de su apertura y acercamiento a los ciudadanos. Como toda
clasificación es lúdica, podemos decir que Ramón Mujica fue palmista, por
ejemplo. ¿Con qué imagen encaja mejor Alejandro Neyra Sánchez, el nuevo
director?
El Ministerio de Cultura ha
decidido cesar a Delfina Gonzáles del Riego en el cargo de directora interina para cederle la
posta a Alejandro Neyra. Nuevamente no es un bibliotecólogo el que asume este
importante puesto. Ante los retos y problemas que presenta la BNP, ¿está el
perfil del nuevo director acorde con lo que se necesita para la mejora de dicha
institución? ¿Cuál es su trayectoria? ¿Qué nociones tiene acerca del manejo de
una biblioteca de tal envergadura?
Es un escritor de renombre, abogado
y también diplomático; de seguro que todas estas cualidades le ayudarán a
llevar adelante una gestión útil. Neyra, sin embargo, no tiene ningún tipo de
formación bibliotecaria (como sí lo tuvo Basadre). Su mayor mérito para ser
elegido fue haber formado parte de una comisión que recuperó libros peruanos
importantes que se hallaban en la Universidad de Yale. Además ha trabajado en
la Embajada del Perú en Chile como consejero cultural. ¿Ya se hicieron una idea
de qué imagen tiene el nuevo director? ¡Es un palmista!
Acertadamente, el ministro de
cultura, Salvador del Solar, le ha encargado a Neyra que no haga como Ramón
Mujica, quien se centró en la recuperación de libros, que es importante, pero
no el único problema que debía afrontar. El Ministerio de Cultura le ha
encomendado mejorar también el Sistema Nacional de Bibliotecas. En ese sentido,
Alejandro Neyra ha declarado a los medios: «Debemos hacer que en las regiones
la Biblioteca Nacional, a través de bibliotecas municipales, sea un espacio
donde la gente pueda encontrar cultura.»
Por otro lado, nosotros aún nos
preguntamos qué se necesita para que un bibliotecólogo de carrera pueda asumir
la dirección de la Biblioteca Nacional del Perú. Para esto no hay ni palmista
ni basadrista. Ya existe en la BNP esa imagen: el director técnico. Bueno, para
que un bibliotecólogo de profesión sea la cabeza principal hay que hacer
algunos méritos. Al parecer, la razón es la trayectoria. La bibliotecología
peruana es muy joven, por lo tanto, si bien hay bibliotecólogos de muy buena
trayectoria, aún no son muy mediáticos (políticamente hablando). Hace falta que
la bibliotecología peruana se conecte un poco más con la intelectualidad y con
los problemas del país.
Por el momento, esperemos que
Alejandro Neyra no descuide ni la recuperación de libros ni la activación del
Sistema Nacional de Bibliotecas, que dicho sea de paso, está en una situación
de atraso.
César Antonio Chumbiauca
3 Comentarios
Creo que la designación de la BNP es mas que acertada por el Ministro Salvador del Solar.
ResponderEliminarCreo que la designación de la BNP es mas que acertada por el Ministro Salvador del Solar.
ResponderEliminarEste Señor se llenó de asesores sin experiencia. Personajes reciclados de partidos políticos que perdieron elecciones y sólo una profesional de la especialidad de bibliotecología con casi nada de experiencia en una Biblioteca Municipal. En vez de pedirle que organice la parte técnica que agoniza en la Biblioteca ésta niña se dedicó a contratar a sus amigos de la Universidad donde hizo un Diplomado. Jamás leyeron el Manifiesto IFLA sobre Bibliotecas Nacionales y terminaron haciendo Conciertos por los que pagaron cantidades de dinero exageradas. Me parece que éste señor dejó todo en manos de sus asesores, pero jamás pensó que fueran tan incompetentes y lo hicieran quedar pésimo. Tan pésimo que ahora mismo se está revisando el ROF que hizo su Gerente Juan Silva Sologuren porque no está acorde con las funciones de la Biblioteca Nacional. Como usuario nada cambió y como empleado nada mejoró.
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