El dos veces presidente de la República no era necesariamente un intelectual, era un político que leía, y aunque publicó algunos libros, no destacó en la escritura, sino en la oratoria. La palabra era su recurso más valioso y con eso enamoró a las masas, quiere decir esto que Alan García aprovechó a su gusto el ‘poder’ de la lectura. Foto: GEC Por...