Hace poco leí en uno
de los foros locales de bibliotecología una preocupación sobre la aparición de
la carrera de Ingeniería de la Información en la Universidad del Pacífico.
Algunos de mis colegas piensan que la bibliotecología será desplazada por esta
nueva profesión y que las escuelas formadoras de bibliotecólogos, profesionales
de la información, se han descuidado al no incluir en su currícula
mayores cursos relacionados a la tecnología. En parte tienen razón; en parte
no.
Tienen razón al
decir que la bibliotecología debe adaptarse a los nuevos tiempos, pero ¿qué le
toca al bibliotecólogo de los nuevos tiempos? Pues están presentes el manejo de
sistemas integrados de gestión bibliotecaria, los repositorios digitales y el
libro electrónico. En cuanto a la ingeniería de la información, hay que darse
cuenta que está orientada hacia el rubro de los negocios. Lo que haría un
ingeniero de la información, hasta donde entiendo, sería analizar, canalizar y
sistematizar información que las empresas requieren para la toma de decisiones.
Lógicamente, deben estar bien preparados en el uso de la tecnología, sobre todo
en el manejo de bases de datos, que es indispensable para las organizaciones.
Ese es su campo, y bien por eso. ¿Un ingeniero de la información comprendería
la lógica de las bibliotecas o de los archivos?, ¿sabría cómo se administran?,
¿estudiaría los procesos de gestión documental en los archivos y que
solamente los archiveros, ni siquiera los bibliotecólogos, conocen íntegramente?,
¿un ingeniero de la información estaría preocupado por temas como el fomento de
la lectura, la producción editorial, la investigación académica?
Bibliotecólogos, ¿ya solucionamos el estado en que se encuentran nuestras
bibliotecas escolares, públicas y universitarias?, ¿ya miramos dentro de
nuestro país?, ¿funcionan bien nuestras redes bibliotecarias, el Sistema
Nacional de Bibliotecas? Hay todavía muchas cosas por hacer antes de que nos
sintamos desplazados.
En la Universidad del Pacífico jamás pensaron en nosotros como competencia laboral, a lo mucho temen ser confundidos con los ingenieros informáticos. Yo creo que ellos necesitarán más bien de bibliotecólogos, pero no por puras razones técnicas. Alguien deberá recuperar y gestionar sistemáticamente la información en los centros de documentación de las empresas, y sabemos lo complejo que puede ser eso. Ya tenemos colegas haciéndolo, adaptándose al mercado, incluso trabajando con ingenieros. La ingeniería de la información es otra consecuencia de la hiper-especialización. Igual, no defiendo para nada una actitud pasiva de la comunidad bibliotecológica; lo que se objeta es que si sentimos que todos hacemos lo mismo, una especie de monotonía gremial, es porque quizá nos hemos estancado. Nos falta hacer más investigación, buscar cosas nuevas, especializarnos hacia las áreas que el mundo de hoy exige a nuestra disciplina. En todo caso, una maestría en Ingeniería de la Información sería genial para los bibliotecólogos orientados al rubro industrial u organizacional.
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