En
más de una ocasión hemos manifestado en este blog que los repositorios están de
moda. Y de hecho, no dejan de estarlo. Un nuevo ejemplo viene desde la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu),
que ha encontrado en los repositorios institucionales una manera de llevar
cuenta de la producción académica de las diversas casas de estudio de nuestro
país. Renati (Registro Nacional de
Trabajos de Investigación) es el nuevo cosechador de metadatos que entra en
acción. Ya teníamos el repositorio Alicia
(Acceso Libre a Información Científica para la Innovación) del Consejo Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec); pero Renati es un medio que usará Sunedu para
recolectar únicamente tesis y trabajos de investigación conducentes a la
obtención de un grado académico o un título profesional. Aunque en un principio
podríamos suponer que bastaba con Alicia,
la intención de la Sunedu es establecer una gestión de
“cero papel”, es decir, llevar la cuenta de las investigaciones de las
universidades sin llenarse de legajos. Por ese lado, digamos, está justificada
la creación de este nuevo portal.
![]() |
renati.sunedu.gob.pe |
Ahora
todos estamos contentos y saludamos la iniciativa. Sin embargo, como es natural,
irán saliendo problemas. Como muestra está el asunto del acceso abierto. En
principio, los repositorios se crearon para facilitar exclusivamente documentos
en texto completo, descargables sin necesidad de pago alguno. No obstante, el
reglamento de Sunedu sobre Renati obliga
a todas las universidades a registrar al menos los metadatos de las tesis
restringidas. En verdad, esto del acceso restringido ha venido aplicándose por
pocas instituciones. Pero visitemos el repositorio de la Pontificia Universidad
Católica del Perú (PUCP) y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(UNMSM). Son portales donde uno tiene la certeza de que todo lo que está
depositado en ellos se puede descargar. Lo malo es que con la Ley muchos
repositorios se llenarán de tesis embargadas, lo que significa que por un
período de tiempo, designado por el autor, nadie podrá siquiera ver el texto
completo. Así no hay gracia. Los repositorios, y especialmente Alicia, pierden su plus al parecerse más
a catálogos electrónicos. De este modo, Renati
se está arriesgando a tener más tesis en acceso restringido que en acceso abierto,
lo que posiblemente ocasionará descontento entre los usuarios.
Por
otra parte, y este sí es un punto positivo, por fin existe una política que, desde
Sunedu, obliga a las casas superiores de estudio a implementar un repositorio. Esto
ya lo venía exigiendo Concytec, pero varias universidades se hacían de la vista
gorda. Un caso para contarse es el repositorio de la Universidad Nacional de San
Martín - Tarapoto (UNSM). Allí el repositorio se levantó gracias a las
gestiones loables del señor Miguel Rengifo Arias quien, enfrentándose a la
indiferencia institucional, dio batalla, cubrió costos de su propio bolsillo, viajó
a Lima para contactar a los gurús del acceso abierto y se apoyó en amigos y
colaboradores hasta que logró colocar su repositorio en Alicia y con esto por fin llamó la atención de las autoridades y de
los oportunistas investigadores (investigadores
es mucho decir) de la UNSM. Desde luego, Rengifo no debería ser un ejemplo, y afirmamos
esto en un buen sentido. Ningún profesional tiene que verse en la necesidad de
viajar con su plata para buscar apoyo, carroñar en un cementerio de
computadoras malogradas para armar un servidor, solicitar colaboración
gratuita, concientizar a los empleados a que cumplan con lo más básico de su
trabajo… Lo de Rengifo es un gesto
heroico, pero es una responsabilidad que les correspondía a las autoridades
universitarias, es más, tenía que ser una iniciativa de ellos, era su deber
brindar el presupuesto, la infraestructura, la tecnología adecuada y los
recursos humanos… Al menos la Ley pondrá en línea a todas las universidades
para que se preocupen de verdad en implementar un repositorio. Será de provecho
para todos, tanto para los funcionarios, investigadores, docentes,
bibliotecólogos, alumnos, así como para políticos y empresarios. Todos se
podrán servir de este nuevo portal.
César
Antonio Chumbiauca
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