Fabiola Vergara y su salida de la Biblioteca Nacional

Por El referencista - agosto 30, 2023


Nos ha tomado por sorpresa, despertar la mañana del 16 de agosto y ver repentinamente que la jefa de la Biblioteca Nacional del Perú, Fabiola Vergara, dejó de serlo y que el ganador del premio Copé 2009, un escritor con sus méritos literarios y académicos, abogado puneño, el señor Boris Espezúa Salmón, pasa a asumir la dirección de dicha institución cultural. Al fin y al cabo, es un puesto sometido a los planes y jugadas del gobierno que se encuentre de turno, y la jefa bibliotecóloga no era ahora una ficha en ese tablero, más aún con la inestabilidad frecuente en el Ministerio de Cultura.

 

Sobre qué produjo su renuncia, han corrido algunas hipótesis. La más conocida apunta al reportaje del periodista Christopher Acosta basado en el libro de la presidenta de la República Dina Boluarte, libro que arrojó un alto nivel de similitud y que fue prestado de los depósitos de la BNP, como cualquier otro libro, que era lo más natural; imagine usted que cuando Francisco Sagasti o Alan García fueron presidentes, la Biblioteca Nacional se hubiese reservado el préstamo de sus obras, hubiera resultado sospechoso, ¿verdad? La exjefa de la BNP ha recalcado que no hubo ninguna colaboración activa con el periodista más allá del servicio de préstamo que se brinda a cualquier ciudadano. ¿Qué pasaría si hay otro libro de un presidente cuestionado? ¿Si alguien lo solicita, el personal tendrá que pedir autorización al jefe de la biblioteca para ver si conviene prestarlo?

 

La otra hipótesis es que para evitar más protestas que afecten la devastación de nuestra decreciente economía, el gobierno necesita activar estrategias que impidan la agitación que le quite el apoyo del empresariado, en ese sentido, otorgar el cargo de jefe institucional de la BNP a un intelectual puneño le da un contrapeso frente al amplio rechazo que tiene en Puno.

 

Pero volviendo a Fabiola Vergara, una buena parte de la comunidad bibliotecológica ha saludado su gestión porque ha dejado una buena imagen del gremio. Los periodistas Rosa María Palacios y Carlos Cornejo han descrito con adjetivos positivos su trabajo, considerando que era innecesario el cambio. Vergara ha sabido retirarse dejando bien en claro los logros de su gestión, tales como la descentralización de la BNP, la reapertura de la librería Juan Mejía Baca, la creación administrativa en 58 bibliotecas municipales, entre otros aspectos. Además, se ha desenvuelto muy bien en los medios de comunicación y ha tenido siempre una actitud de negociación en un tono cordial, aterrizado e inteligente.

 

Quienes la critican dicen que su señalamiento al poco apoyo del Ministerio de Cultura para impulsar las bibliotecas debió haberse hecho antes de su renuncia, sin embargo, tal vez era una mejor carta avanzar sin chocar frontalmente, como dijo en su post de despedida, “que todo esto se ha logrado a pesar de los constantes cambios en el sector cultura, que actualmente atraviesa un período crítico debido a la poca visión, la falta de transparencia, la arbitrariedad de las decisiones y la socavación de la institucionalidad por parte de la alta dirección del Ministerio de Cultura”.

 

¿Cuál será el nuevo rumbo que tome la Biblioteca Nacional del Perú? ¿Cuál será la impronta de su nuevo jefe? ¿Tendrá esta vez el apoyo del Mincul para concretar al fin un robusto Sistema Nacional de Bibliotecas? Ya veremos.

 

César Antonio Chumbiauca

Imagen principal: Agencia Andina.

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