En
un restaurante con mi sobrino Santiago de once años saqué mi Powkiddy, un
juguete que emula hasta veinte mil juegos con soporte para lanzamientos hasta
la PSP (PlayStation Portable).
Para
mí, este juguetito es lo máximo. Puedo volver a recrearme con todos aquellos
juegos que disfruté de niño y los que siempre quise practicar. En casa nunca
tuve un Super Nintendo ni una Play; yo iba al vicio, que era un ambiente dentro de alguna casa con televisores
conectados a consolas, donde los niños pagábamos desde cincuenta céntimos por
media hora de entretenimiento. Ahora que lo recuerdo, tal vez le llamábamos vicio porque además de ser el lugar
donde malgastábamos las propinas, también tenía aires de clandestinidad.
Para
mi sobrino Santiago las cosas son distintas. En su casa tiene una PlayStation 4
y cuando le mostré la Powkiddy le pareció curioso, pero no lo encontró tan
emocionante porque el sueño de las nuevas generaciones es la PlayStation 5.
Le pregunté: “¿Qué tiene de interesante una Play 5?”. Me dijo, simplemente, que es más chévere. Entonces respondí que no me compraría una Play 5 porque para mí nada de lo que trae la nueva consola representa un cambio significativo. Así que le expliqué, con mi Powkiddy en mano, un resumen de la historia de las consolas.
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Powkiddy RGB20S con 20 mil juegos que no se repiten y de diversas consolas retro. |
Breve historia de las consolas
La
primera consola de la historia, la Magnavox Odyssey, lanzada en 1972, no tenía
color. Consistía en una pantalla oscura con pequeños cuadros que se iluminaban
de blanco según como lo estuviera manipulando el jugador. La consola venía con
una lámina de un castillo, un campo de tenis, una ruleta, un mapa o cualquier
otra cosa que se debía superponer para cubrir la pantalla del televisor, dando
así la idea del escenario del juego. Muy ingenioso.
En
1977 apareció Atari 2600 que con 128 bytes de memoria RAM y sin necesidad de
plantillas lanzó juegos considerados míticos como Pac-Man, Space Invaders,
Donkey Kong o Mario Bros. Todo esto hizo que Atari se convirtiera en la consola
preferida, aunque en 1983 estaba también MSX, una computadora doméstica que
trajo joyas como Bomberman, Metal Gear y Final Fantasy.
En
1983 apareció Sega (la de Sonic, el erizo azul) y dos años después Nintendo,
cuyo gran aporte era la cruceta que reemplaza al antiguo joystick, lo que
mejoraba mucho la jugabilidad, pero sobre todo lo que lo posicionó fue el
videojuego más popular de todos los tiempos: Super Mario Bros.
Esos
fueron los años de los juegos bidimensionales, abundando sobre todo los de
plataforma, es decir, aquellos en los que hay que moverse de derecha a
izquierda evadiendo obstáculos, evitando caer en abismos y enfrentando jefes
por niveles. En 1991, la Nintendo evolucionó a la Super Nintendo, la cual,
gracias a la calidad de sus juegos le sacó gran ventaja a Sega y demás
competidores.
Sin
embargo, con la aparición de los discos compactos que permitían mayor capacidad
para almacenar información y, por tanto, más espacio para la creación de juegos
tridimensionales, entra en el mercado la PlayStation en 1995, y a partir de ahí
sus principales mejoras han sido los gráficos, explotado sobre todo en los
juegos de fútbol y aventuras, que ha permitido a genios como Hideo Kojima
combinar los videojuegos con el cine, la historia y la acción en clásicos como
Metal Gear. También es verdad que hay muchos juegos mediocres.
Gamer nostálgico
Y es en eso en lo que insistía con mi sobrino. Si bien ya no estamos obligados a comprar discos físicos, los mandos son más cómodos y hasta se puede jugar en línea, el adulto que soy se bajó en la estación de la PlayStation 4. Tal vez sea porque estoy resentido a causa de que Metal Gear, el cual jugué devotamente en la MSX 1, MSX 2, PlayStation 1, 2, 3, 4 y PSP, no va más para la quinta (solo un remake de Snake Eater). ¿Qué sentido tiene entonces? Me quedo con mi Powkiddy a disfrutar el pasado. Gracias emuladores por conservar tantos juegos.
César Chumbiauca
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